A 40 años del conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido por el archipiélago de las Islas Malvinas, las formas de sostener el reclamo de soberanía en las nuevas generaciones y transmitir el sentimiento son una parte central del debate. Un grupo de desarrolladores propuso una “gamejam” -una especie de competencia entre distintas propuestas- sobre Malvinas.
El aspecto técnico se complementa además con comunidades de debate, de la que ya participaron distintos referentes universitarios, especialistas en la materia e incluso veteranos de la guerra.
Con más de 26 años de presencia en el universo gamer, el reclamo argentino tiene una trinchera virtual, justo allí donde se reúnen los que no vivieron casi nada de aquellos años.
La recreación de los escenarios, el ejercicio de memoria para reconstruir los hechos y la forma de presentarlos en la experiencia interactiva de un videojuego son los condimentos esenciales para entender la relevancia de impulsar el desarrollo de los juegos virtuales sobre la guerra. La construcción del “mito” -el relato sobre un determinado suceso- en un ambiente donde la gran mayoría de sus participantes son jóvenes abre la puerta a explorar la relevancia y la forma de llegar a las nuevas generaciones.
Eso no implica desconocer el horror de la guerra ni las traumáticas experiencias que representaron para los cientos de combatientes que participaron dejando sus vidas por nuestras tierras.
De hecho, en varias de las recreaciones se destacan las enormes capacidades de nuestras fuerzas armadas. “Mi abuelo fue mecánico de los aviones durante la guerra. No sé mucho más, porque nunca quiso contar nada de su paso por el conflicto. Es más, después había ganado reconocimiento en su trabajo del cual nos enteramos por un amigo de él. Porque él no contó ni eso”, contó “Lino” uno de los organizadores de la GameJam entrevistado para este especial.
Pese a la lejanía de la experiencia, la militancia política lo llevó a impulsar la propuesta a gamers e interesados en general. Los participantes de una gamejam son variados, explican. Mientras en la búsqueda de ganar la competencia se anotan “personas curiosas que jamás habían participado en gamejams, o directamente en el desarrollo de juegos, así como profesionales con años en la industria y varias gamejams encima”, la propuesta atrajo ya la mirada de diversas “instituciones educativas (universitarias), periodistas, medios especializados, profesionales en el tema, veteranos de Malvinas, entre otros espacios de distintos ámbitos”, agregan.
En ese sentido, muchos se acercaron para sumar algún producto para regalar o sortear entre los participantes, buscando aumentar los incentivos para participar. Con claridad, los organizadores -cuatro amigos con los seudónimos de Borza, Rustimak, Godie y Nerity- plantean la relevancia de este tipo de iniciativas. “Nosotros entendemos que los videojuegos son artefactos culturales.
También son un lenguaje importante en el paradigma digital. Es fundamental representar nuestra realidad como país y como región, utilizando los juegos como una potente herramienta narrativa.
Buscamos con Malvinas Argentinas Gamejam homenajear a veteranos y caídos, sumarnos el reclamo por nuestra soberanía desde este medio, y además, mantener viva la memoria en las nuevas generaciones”.
Los intentos por plantar la bandera argentina en el universo virtual tuvieron su primer gran hito en 1999, cuando -tras más de tres años de trabajo- Javier Otaegui lanzó “Malvinas 2032”.
En aquella época, una fecha lejana donde nuestro país volvía a tomar las islas con una operación militar. En un ambiente similar al de otros juegos de estrategia, el juego primero debía atravesar distintos episodios de 1982 -a modo de Intro- para finalmente comenzar -50 años después- la campaña militar que termina con la destrucción total del ejército británico, sin bajas de la población civil.
Las apariciones posteriores están directamente asociadas a expansiones de otros; es decir, un “extra” de algún juego masivo. Hay mapas de Malvinas en el popular (y ya a esta altura, antiguo) Counter Strike -donde los Argentinos tienen el rol de policías y aparecen en el cementerio de Darwin como inicio del desarrollo y los ingleses ocupan el rol de terroristas y aparecen en Puerto Argentino-.
Sin esa distinción entre buenos y malos, también hay mapas de Malvinas en otros juegos de estrategia de guerra como Battlefield 2 y Age of Empires 2, donde se recrean algunas de las más importantes batallas de la guerra.
En tanto que Men Of WarAssaultSquad, tiene su mod, realizado por un grupo de jóvenes argentinos, llamado 1982: Héroes del atlántico. El juego tiene 2 campañas (argentina y británica) y cada una de ellas 5 misiones, donde habrá que cumplir ciertos objetivos para poder avanzar. Por último, y sin escenarios bélicos, también hay un juego -Malvinas 1982- de trivia, similar a los que se popularizaron en Facebook, donde el jugador debe responder correctamente distintas preguntas para poder avanzar.
A cuatro décadas del inicio de la contienda militar, pensar lo que pasó en Malvinas es imprescindible. Por suerte, algunos exploran las nuevas herramientas para -con sus dispositivos narrativos- poder plantar la bandera del reclamo por la soberanía en todos los territorios; incluido el digital, sí, que tan lejano resulta para muchos de los que participaron de la guerra y tan cercano es para quienes no tienen ningún registro -personal, familiar- de los eventos de 1982.
Gabriel Calisto
Periodista del Primer Curso de Capacitación de APeRA en la Cuestión Malvinas